lunes, 20 de diciembre de 2010

MISIÓN PASTORAL DEL NOVICIADO-JUNIORADO DE COCHABAMBA -BOLIVIA


Queridas Hermanas:Que Dios que derrama su amor en nuestras vidas, siga naciendo en esta navidad, en cada uno de nuestros corazones, y en nuestras comunidades.Les compartimos que hoy iniciamos la experiencia de Misión, preparando la navidad en la zona sur donde están nuestras hermanas del juniorado, en las Villas: Aguada, Brasilia y Urkupiña. Tenemos el regalo de que vinieron tres jóvenes con inquietud vocacional, dos del Colegio María Inmaculada: Lourdes y Daniela, y una de El Alto, Ovidia. Deseamos que nos acompañen con su oración y recuerdo; para que podamos ser instrumentos en manos de Dios compartiendo con nuestros hermanos/as nuestras vidas y el regalo de nuestro Carisma.Con todo cariño: Elisa, Pascuala, Griselda, Jacqueline, Vicky, Yolanda, Lourdes, Daniela y Ovidia.

discernimiento










MATERIAL ENVIADO POR GEANI DESDE COLOMBIA






1. ORACIÓN


"¿Qué debo hacer, Señor?" (Hch 22,10).

La Vocación no es sólo lo que tú quieres ser y hacer, es ante todo lo que Dios quiere que tú seas y hagas; no es algo que tú inventas, es algo que encuentras; no es el proyecto que tú tienes sobre ti mismo, es el proyecto que Dios tiene sobre ti y que tú debes realizar.

Por eso, para descubrir tu vocación, lo primero que debes hacer es dialogar con Dios: orar. Sólo mediante la oración podrás encontrar lo que Dios quiere de ti. En la oración, el Espíritu Santo afina tu oído para que puedas escuchar: "Habla, que tu siervo escucha" (I S 3,10).

Sólo en el diálogo con Jesús podrás oír su voz que te llama: "ven y sígueme"(Lc 18,22); o bien, escucharás que te dice: "vuelve a tu casa y refiere lo que Dios ha hecho por ti" (Lc. 8,38).
2. PERCEPCIÓN

"Pero había en mi corazón algo así como fuego ardiente, prendido en mis huesos y aunque yo hacía esfuerzos por ahogarlo, no podía" (Jr 20,9).

Para poder descubrir lo que Dios quiere de ti, tienes que aprender a escuchar, estar atento, experimentar. Para esto, necesitas saber hacer silencio en torno a ti y en tu interior. El ruido te impedirá percibir.

Está atento a todo, a tus deseos, a tus miedos, a tus inquietudes, a tus proyectos. Escucha a todos: a los que aprueban tu inquietud, a los que la critican. Dios se vale de diversos intermediarios para hacerte oír su voz. Escúchate a ti mismo: ¿A qué se inclina tu corazón ? ¿Qué es lo que anhelas? Aprende a mirar a los hombres que te rodean, ¿qué te está diciendo Dios a través de su pobreza, de su ignorancia, de su dolor, de su esperanza, de su necesidad de Dios...? Escucha al Padre que, a través de la historia concreta de los hombres, te revela manera como quiere que colabores en la instauración del Reino.

Ve tu historia. ¿Por cuál camino te ha llevado Dios? ¿Cuáles son los acontecimientos más importantes de tu vida? ¿De qué manera Dios ha estado presente o ausente en tu vida? ¿Qué personas concretas han sido significativas para ti? ¿Por qué?

Contempla el futuro. ¿Qué experimentas al pensar en la posibilidad de consagrar tu vida a Dios? Tienes solo una vida, ¿a qué quieres dedicarla por completo?

Ten cuidado en discernir si tu inquietud y la atracción que sientes son signos de una verdadera vocación consagrada, o bien son manifestaciones de que Dios quiere que, como laico, intensifiques tu vida cristiana.

Solo si aprendes a escuchar, a mirar y a estar atento, podrás descubrir los signos de la llamada de Dios.

En este nivel podrás llegar a decir: "Tal vez Dios me esté llamando" ,"siento la inquietud de consagrar mi vida a Dios".
3. INFORMACIÓN

"Observad cómo es el país y sus habitantes, si son fuertes o débiles, escasos o numerosos; cómo es la tierra, buena o mala; cómo son las ciudades que habitan, de tiendas o amuralladas; cómo es la tierra, fértil o estéril, con vegetación o sin ella" (Nm. 13, 18-20).

Los caminos para realizar la vocación consagrada son múltiples. No es suficiente querer entregar tu vida a Dios y desear dedicarte al servicio de tus hermanos. Es necesario saber dónde quiere Dios que tú lo sirvas. Tal vez quiere que lo sirvas como sacerdote diocesano, o como miembro de una congregación religiosa, etc.

Para descubrir el lugar en que Dios quiere que estés, es necesario que conozcas las diversas vocaciones. Debes saber cuál es la espiritualidad que viven los sacerdotes diocesanos o las diferentes congregaciones, y que veas por cuál de ellas te sientes atraído. También tienes que conocer cuál es su estilo as vida, es decir, la manera como viven en la práctica: No es lo mismo una congregación contemplativa, que una de vida apostólica. Asimismo, debes tener un conocimiento de su misión en la Iglesia, y por medio de cuales actividades apostólicas pretenden realizarla: misiones, enseñanza, hospitales, dirección espiritual, promoción vocacional, predicación de ejercicios, medios de comunicación, etc.

Debes saber también quienes son los principales destinatarios de su apostolado: jóvenes, sacerdotes, pobres, enfermos, niños, religiosos, etc.

Aunque ordinariamente cuando se siente la inquietud vocacional se siente también el atractivo por una vocación específica, bien vale la pena dedicar algunas horas a informarte más a fondo sobre esa vocación y otras. Y aunque al final te decidieras por la que en el principio te inclinabas, el tiempo empleado en informarte no habrá sido desperdiciado.

En este nivel podrás decir: "posiblemente Dios me está llamando a ingresar a esta congregación".


4. REFLEXIÓN

"¿Quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero a calcularlos gastos y ver si tiene para acabarla? No sea que, habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se pongan a burlarse de él, diciendo:" Este comenzó a edificar y no pudo terminar " (Lc 14, 28-30).

La vocación es una empresa demasiado grande; ¡y es para toda la vida! Por eso, no te puedes lanzar a ella sin antes haber reflexionado seriamente, y con la debida calma, sobre ti y sobre la vocación que pretendes seguir.

Debes reflexionar sobre cuáles son tus capacidades y limitaciones; serás capaz de ser fiel a los compromisos que implica la vocación; en qué signos concretos te basas para pensar que Dios te llama; que es lo que más temes de la vocación; cuáles son las razones en favor y en contra que tienes para emprender ese camino; qué es lo que te atrae de ese estado de vida, y qué es lo que te gusta de él.

Dios te pide que te comprometas responsablemente en el discernimiento de su voluntad. El quiere que tú pongas en juego tu inteligencia y tu capacidad de reflexión y juicio para que puedas encontrar tu vocación. El te da la luz de su Espíritu Santo para que descubras qué es lo que quiere de ti.

No debes pretender, ilusoriamente, tener en mano un contrato firmado por Dios, en el que revela su plan sobre ti, y de esa manera poseer la evidencia de su llamada. No; nunca se te dará tal documento. Lo que encontrarás serán signos que te indiquen cuál podría ser la voluntad de Dios; signos que deberás descifrar para así tener la certeza (más no la "evidencia") de su llamada.

En este nivel llegarás a decir; "creo que Dios me llama "; "creo que, con la ayuda de Dios, podré responder".
5. DECISIÓN

"Te seguiré vayas donde vayas" (Lc 9, 57).

Una vez que vayas descubriendo qué es lo que Dios quiere de ti, no te queda sino dar el paso, decir "sí", decidirte a seguir a Jesús.

Tomar tal decisión es difícil. Ante la opción sentirás todos tus miedos, incertidumbres y limitaciones: "¡Ay, Señor mío! Mira que no sé hablar, que soy un muchacho" (Jr 1,7). Y sin embargo, a pesar de todas tus limitaciones, o mejor, con todas ellas, has de responder al Señor, como Isaías: "Aquí estoy, envíame" (Is 6,8); debes decidirte como María: "Aquí está la esclava del Señor, cúmplase en mí lo que has dicho" (Lc 1,38).

Llegar a tomar una decisión con la cual comprometerás toda tu vida, no sólo es difícil; es una gracia. Debes pedirle al Espíritu Santo esa capacidad de respuesta.

No afrontar la decisión equivale a dejar correr tu vida, desperdiciarla. Para iniciar el camino de la vocación, no esperes tener la evidencia de que Dios te llama; te debe bastar tener la certeza moral en su llamado.

Es necesario querer seguir radicalmente a Jesucristo: "Sí, quiero seguirte ". Tal vez tengas dudas si llegarás al final, si podrás con las exigencias, etc.; pero de lo que no puedes dudar es de tu decisión; debes estar seguro de lo que tú quieres.

En este nivel podrás decir: "quiero consagrar mi vida a Dios en el servicio de mis hermanos.

6. ACCIÓN
"Jesús los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su Padre lo siguieron" (Mt 4, 21-22).

Una vez decidido, ¡lánzate! No te dejes vencer por el miedo; lánzate con miedo.

La decisión se debe concretizar en la acción. Debes poner todos los medios que estén a tu alcance para realizar lo que has decidido. No cedas a la tentación de diferir el ingreso: "Te seguiré, Señor. Pero déjame primero... " (Lc 9, 59-61).

Con la decisión has comprometido todos los momentos posteriores; ahora se trata de buscar cómo ser fiel. La única manera de realizar el proyecto de Dios es la fidelidad de cada día. Tienes que vivir todo momento en coherencia con lo que has decidido; cada paso debe ir dirigido hacia la meta.

Y, ¿cuando venga la dificultad? Perseverar. El camino emprendido es difícil. Hay que estar dispuesto a todo, pasar por lo que sea, a enfrentar cualquier dificultad. Jesús no te ofrece otra cosa; "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" (Lc 9,23). ¡Claro que el sendero es arduo y pesado!; pero tienes en ti la fuerza del Espíritu Santo, y María te acompaña e impulsa a recorrer el camino que Jesús ha trazado. Además, no se trata de cargar hoy la cruz de toda la vida, sino sólo la de hoy; y así cada día.

En este nivel deberás de decir, como Pedro: "nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido" (Mt 10,28).

7. ACOMPAÑAMIENTO
"Levántate y vete a Damasco, allí se te dirá todo lo que está establecido que hagas" (Hch 22,10).

En realidad, el acompañamiento no es un paso más en el proceso de discernimiento de tu vocación; es un recurso que debe estar presente en cada uno de los pasos anteriores. El/la acompañante te motivará a orar y estar abierta a percibir los signos de la voluntad de Dios; te indicará donde obtener la información y te ayudará a reflexionar. Te dejará sólo ante Dios para que libremente decidas tu vida. Te ayudará a que te prepares convenientemente para ingresar en la institución formativa. Su oración y sacrificio por ti te alcanzarán del Espíritu Santo la luz para que descubras tu vocación y la fuerza para seguirla. La Palabra de Dios dice: Para obtener un consejo recurre siempre a alguien piadoso, de quien sabes bien que guarda los mandamientos, cuya alma es como tu alma, y que si caes, sufrirá contigo" (1S. 37,12).

Si bien es cierto que la vocación es una llamada que Dios te hace, y que nadie puede escucharla por ti ni responder a ella en tu lugar también es cierto que tienes necesidad de quien que te acompañe en tu camino de discernimiento vocacional y confirme la autenticidad de tu llamada.

Es fácil hacerse ilusiones y creer que es llamada de Dios lo que en realidad es solo un deseo subjetivo. Acudir al acompañante es un acto de humildad; es aceptar que no tienes el monopolio de la voluntad de Dios sobre ti; es aceptar la mediación de un hombre de Dios, representante de la Iglesia, para descubrir el plan que Dios tiene para ti.

Jesucristo, después de habérsele aparecido a Pablo en el camino de Damasco, le dijo que fuera con Ananías, que este le indicaría cuál era la voluntad de Dios. Cristo mismo hubiera podido decirle directamente a Pablo qué quería de él, sin embargo, quiso valerse de la mediación de Ananías para hacerle descubrir su vocación (Hch 22, 10-15).

En el discernimiento de la voluntad de Dios sobre ti. No puedes prescindir de la mediación de la Iglesia.

Discernir lo que Dios quiere de ti, no es fácil, pero tampoco es algo imposible. Si con sinceridad y humildad te pones a buscar la voluntad de Dios, y realizas los pasos que aquí te sugiero creo que podrás encontrarlo.

Dios quiere revelarte su proyecto sobre ti. Es Él, el más interesado en que tú descubras y realices tu vocación.

viernes, 17 de diciembre de 2010

TODO PARA GLORIA DE DIOS PERO POR MANOS DE MARÍA


"EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE CON NOSOTRAS Y ESTAMOS ALEGRES..."


Deseamos compartirles la gran alegría de la gracia tan grande que el Señor nos ha dado por manos de María, al concedernos poder hacer nuestra profesión temporal, y formar parte de esta familia de Misioneras del Stmo. Sacramento y María Inmaculada.


La noticia la recibimos el día 12 de diciembre, día en que México celebra la solemnidad de Ntra. Sra. de Guadalupe, así que de su manos queremos dar nuestro "Sí", y Ella noa ha permitido que podamos unirnos a Él en el día de la Encarnación, 25 de marzo de 2011, en la Parroquia Ntra. Sra. del Refugio (México).


Les pedimos que se unan a nosotras con gran gozo y oren para que ese "Sí" sea generoso en el día a día, como el de la Stma. Virgen.


Agradecemos al Señor también los detalles de amor que ha tenido a través de nuestras hermanas de comunidad y de M. Leonor y su Consejo.


¡¡Gracias Señor por tu llamada!!


Seguimos pidiendo al Dueño de la mies que envíe jóvenes dispuestas a seguirle en nuestro carisma.
CARINA: "AMA A DIOS, TRABAJA POR DIOS Y CALLA PARA ESCUCHAR A DIOS"
DAVINIA: "BUSCA SÓLO A JESÚS... Y ÚNETE A ÉL, PERO UNIÓN ÍNTIMA, DE CORAZÓN A CORAZÓN"
MAGDALENA: "EL AMOR DE DIOS TODO LO LLENA. BASTA SÓLO EL AMOR. VIVID COMO PIDE NUESTRO ESTADO, EN DIOS; AMAD MUCHO A DIOS, PEDIDLE SU AMOR... ESTE ES EL CIELO EN LA TIERRA"



UN ENCUENTRO PERSONAL CON JESÚS SACRAMENTADO



UN ENCUENTRO PERSONAL CON JESÚS SACRAMENTADO








El día 6 y 7 de noviembre convocamos a jóvenes de distintos lugares (Villacorona, fraccionamientos Olivos y Rinconada) para tener un encuentro con ellas, especialmente tener una Adoración compartida vocacional en la noche del sábado.
Participaron 20 muchachas… llegaron muy pronto, con bastante miedo, nerviosas y ansiosas al mismo tiempo, porque no habían tenido un encuentro con religiosas nunca. Las primeras horas con ellas fueron sencillas y dieron pie a que tomaran confianza. La oración de la noche (que en otra entrada os compartimos) fue muy sentida, se emocionaron mucho y se centraron en Jesús… y El hizo el resto, tocó sus corazones.
La mañana del domingo estuvo llena de juegos, dinámicas, temas de reflexión y un encuentro con la Virgen María, rezando el Rosario.
Concluimos el encuentro con la celebración de la Eucaristía…
Nos gozamos con el Señor por medio de estas jóvenes ya que aunque llegaron asustadas, se fueron pensando cuándo volverían a tener otro encuentro con Jesús y las hermanas.
Por cuestiones de hospitales con la Maestra de novicias, y las hermanas que estaban cuidándola, nos quedamos al frente las jóvenes. Todo salió bien, para que destacara que es el Señor quien hace la obra. ¡Gloria a Dios!

Comunidad noviciado México

martes, 14 de diciembre de 2010

oramos por las vocaciones en ESPAÑA









EN ESTE MES DE DICIEMBRE PEDIMOS POR LAS VOCACIONES EN ESPAÑA, MARÍA INMACULADA ES LA PATRONA DE ESPAÑA.


QUE ELLA VELE Y AYUDE A NUESTROS JÓVENES A DESCUBRIR LA LLAMADA QUE JESÚS ESTÁ HACIENDO A SUS VIDAS…
· PEDIMOS POR NUESTRAS JÓVENES DE LAS RESIDENCIAS UNIVERSITARIAS…
· POR LAS JÓVENES DE NUESTROS COLEGIOS
· DE NUESTRAS PASTORALES
· Y TODAS LASQUE FRECUENTAN NUESTRAS CAPILLAS DE ADORACIÓN


MADRE INMACULADA CUIDA NUESTRA VOCACIÓN Y ENVÍA VOCACIONES A ESPAÑA

carta vocacional



Animar la pastoral vocacional
en este año Vocacional con María
Muy queridas hermanas:
Con cuanta alegría hemos recibido este impulso al abrir un AÑO VOCACIONAL CON MARÍA, que nos comunicaba Leonor en su última circular.
En espera del Espíritu se sitúa siempre la Iglesia, a la espera del Espíritu nos colocamos junto a María también nosotras. Como los apóstoles, ahora la sentimos cercana, reuniéndonos en oración, recibiendo el Espíritu transformador que nos abre caminos nuevos. Sí necesitamos el fuego del Espíritu, la luz y la creatividad que nos mueva a ser “altavoces” de su llamada para nuestros jóvenes de hoy.
Queremos estar en línea, conectados…los jóvenes desde su “RED” de facebook buscan expresar sus deseos, sus relaciones, y en la RED necesitan encontrarse con el Gran Pescador de hombres. ¿Cómo hacer que se dé, este encuentro?
Tenemos que buscar todos los medios posibles, tenemos que ser mediación de su llamada; los jóvenes necesitan comprender que Dios los ama, que los necesita, que cuenta con ellos para la extensión de su Reino.
Os invitamos a una oración ferviente y a la reflexión personal y comunitaria.
¿Qué siento que Dios me pide a mí para trabajar en esta dimensión vocacional?
¿Qué sentimos que nos pide Dios a la comunidad?
La Pastoral Vocacional es tarea de todas y cada una. Necesitamos ORAR al Dueño de la mies para que envíe operarios a su mies, a la Iglesia. Os invito a no pasar un día sin haber orado por esta intención; oración privada o comunitaria…pero insistente. Este recurso oracional ,que enviamos, puede ser válido, muchas ya lo conocéis, pero es seguro que teniéndolo en el Oficio divino nos recordará la plegaria insistente, y unidas a la Iglesia.
Ya hemos concluido este año sacerdotal, en el que hemos agradecido y pedido tanto por los sacerdotes; abrimos este año vocacional congregacional con María, y ojalá sea Ella quien nos guíe y ayude en el fortalecimiento de nuestra vocación y en el esfuerzo común por trabajar en la Pastoral Vocacional.
En las Asambleas que hemos tenido en todos los países el Espíritu nos pide una renovación vocacional y una toma de postura.
Todas podemos hacer algo, las hermanas más mayores y a las que el Señor está visitando con la enfermedad, les encargamos de forma particular la oración y el ofrecimiento diario por las vocaciones. Os necesitamos!!!
Todas podemos aprovechar medios y ocasiones, iniciativas antiguas y nuevas para dar en este año un gran impulso a la Pastoral Juvenil Vocacional.
Animamos a los Equipos de Pastoral Vocacional y Equipos Formativos para plantear un programa de acciones y líneas concretas, todas en camino con María.
Ella, se puso en camino para ir a Ain Karen. Pongámonos en camino como Ella, llevemos a Cristo y digamos a muchos “que nos alegramos” en Dios, nuestro Salvador. Seamos como María en el Magníficat, portadoras de ALEGRÍA, de la alegría de seguir al Señor en la Vida Consagrada, de seguir a Cristo en nuestro carisma eucarístico, mariano y misionero. Es desde el testimonio…”el testimonio suscita vocaciones”, nos decía el Santo Padre… ¿recordáis?...

Aquí algunas acciones concretas que nos ayuden a sentir que estamos en comunión de oración y de ilusión!!
· Celebrar a lo largo del año la propia vocación: hacerlo en comunidad, podría ser en adviento con María y el día de la Encarnación, 25 de marzo del 2011 de forma especial. Con María un Sí renovado.
· Celebración mensual de la Eucaristía pidiendo vocaciones para la Iglesia y para la Congregación. Podría ser el día 19 del mes (encomendándolo explícitamente a San José).
· Cada comunidad puede ver de forma concreta, que actuaciones va a realizar y a qué se va a comprometer.
· Tener nuestras comunidades abiertas para que alguna joven pueda compartir, oración, comidas, ocio…no tener miedo e invitar…”venid y veréis”.
· Os sugiero la posibilidad de dedicar la adoración en la noche (las horas que solemos tener), los jueves eucarísticos pidiendo por las vocaciones expresamente, hacer un esfuerzo oracional todas, si podemos llamarlo así, la oración es lo que Jesús nos pide: “orad al Dueño de la Mies que envíe operarios a su mises..”
· Los Equipos Vocacionales vean la posibilidad de hacer alguna sencilla propaganda o aprovechar los medios on line.
· Con María, de su mano, cada mes del año podemos implorar del Padre este deseo, que muchos sientan la llamada y le sigan, para que su Hijo sea conocido. Así en las diversas advocaciones de la Virgen pedir su intercesión.
1. Enero: España: Virgen de las Angustias. Patrona de Granada.
2. Febrero: USA: Virgen de Lourdes.
3. Marzo: Perú: Nuestra Señora de la Merced
4. Abril: Bolivia: Virgen de Copacabana.
5. Mayo: Portugal: Nuestra Señora de Fátima.
6. Junio: Colombia: Virgen de Chiquinquirá.
7. Julio: Angola: Mama Muxima.
8. Agosto: Asia: Ntra. Señora de la Salud.
9. Septiembre: México: Nuestra Señora de Guadalupe.
10. Octubre: Brasil: Nuestra Señora de Aparecida
11. Noviembre: Filipinas: Ntra. Señora de Peñafrancia
12. Diciembre: España: Virgen Inmaculada.
Tenemos esta gran riqueza de rostros en María, nuestra Madre, extendidos por todas las latitudes; así en comunión con todos los lugares, nos podremos unir en la oración; de forma particular pediremos vocaciones para la Iglesia, para la Congregación en los países donde está extendido nuestro carisma y donde aún no ha llegado, pero llegará si Dios lo quiere.
Así en este mes de junio que ya concluye pedimos a Nuestra señora de Chiquinquirá por Colombia, y así sucesivamente cada mes hasta completar el año.
Queridas hermanas todas, en este momento de nuestra historia congregacional estamos llamadas a un “PLUS” de amor, de fidelidad, de esperanza y de alegría!!! El nos sigue confiando lo más grande, la extensión de su Reino, el hacerle presente y hacer que muchos le conozcan y le amen. Que empeñadas en nuestra misión trabajemos por “restaurar” el Rostro de Dios en los hermanos, en el hoy de nuestro Presente.
Contamos con la protección de María Inmaculada, la Gran Misionera y sabemos que Nuestra madre Fundadora nos sigue bendiciendo desde el cielo.
Unidas desde El con todo cariño vuestra hermana Marian Macías


NOTA:
Sería muy bueno que nos enviarais vuestras sugerencias y los programas que realicéis en cada país para celebrar este Año Vocacional con María, nos vamos a enriquecer todas. Animo Él sigue llamando…