Hay prisiones que nos impiden movernos y ni siquiera somos conscientes de que existan en nuestra vida.Es triste descubrir que aceptamos esas prisiones porque
pensamos que forman parte de lo que somos...
Pero ¿eso es verdad?.
Hemos nacido libres, para hablar, escoger, elegir, decidir...
El pasado nos ha podido modelar con unos intereses concretos que se hacen realidad en nuestro hoy...
pero el presente lo elegimos cada día,
aquí y ahora, y en ese presente podemos escoger levantar las piedras que nos
aprisionan sin apenas percibirlas, romper los muros que nos dividen, optar por
caminos cercanos que nos ayudan a crecer...
¡Ojalá seamos capaces de profundizar en nuestra vida para
poder ver aquellas cosas que nos oprimen impidiéndonos ser felices!
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