sábado, 31 de mayo de 2014

¡Ven Espíritu Santo y enciende nuestro corazón!



CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO SOBRE LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO: 

EL DON DE SABIDURÍA

El Espíritu Santo constituye el alma, el alma vital de la Iglesia y de todo símbolo cristiano: es el Amor de Dios que hace de nuestro corazón su morada y entra en comunión con nosotros. Él está siempre con nosotros.

El Espíritu mismo es “el don de Dios” por excelencia (cfr Gv 4,10), y a su vez comunica a quien lo acoge diversos dones espirituales. La Iglesia especifica siete, número que simbólicamente dice plenitud, lo completo.

1. El primer don del Espíritu Santo, según la lista tradicional, es por tanto la sabiduría. No se trata sencillamente la sabiduría humana, fruto del conocimiento y de la experiencia. En la Biblia se relata que a Salomón, en el momento de su coronación como rey de Israel, Dios le ofrece el don que él quiera. Salomón no le pide la riqueza, el éxito, la fama o una vida larga y feliz sino que le pide “un corazón dócil, que sepa distinguir el bien del mal” (1Re 3,9). La sabiduría es exactamente esto: es la gracia de poder ver todas las cosas con los ojos de Dios. A veces vemos las cosas según nuestro parecer, según la situación de nuestro corazón, con amor, con odio, con envidia, esto no es el ojo de Dios. La sabiduría es lo que el Espíritu Santo hace en nosotros para que veamos todas las cosas con los ojos de Dios. Se trata de una luz interior, que solo el Espíritu Santo puede dar y que nos hace capaces de reconocer la impronta de Dios en nuestra vida y en nuestra historia.

2. La sabiduría, por tanto, no nace tanto de la inteligencia o del conocimiento que podamos tener, sino de la intimidad con Dios. ¡Cuántas veces encontramos personas que no han estudiado y ciertamente tienen este don! Cuando estamos en comunión con el Señor, el Espíritu es cómo si transfigurase nuestro corazón y les hiciese percibir todo su calor y su predilección. Esto quiere decir que el don de la sabiduría hace de un cristiano un contemplativo: todo le dice cosas sobre Dios y se convierte en signo de su misericordia y de su amor. Se trata verdaderamente de una experiencia sobrenatural: significa sentirse siempre con el Señor, sentirse entre sus manos y compartir su alegría, su paz y su irrefrenable pasión por todos los hombres. El todo en un espíritu de profunda gratitud, donde en todas las cosas aparece su belleza y se convierte en un motivo para dar gloria a Dios.

3. El Espíritu Santo hace del cristiano un “sabio”. Esto, no en el sentido de que tiene respuesta para todas las cosas, que sabe todo, sino en el sentido de que “sabe” de Dios, que su corazón y su vida tienen el gusto, el sabor de Dios. ¡Lo importante que es que en nuestras comunidades haya cristianos así! Todo en ellos habla de Dios y se convierte en un signo bello y vivo de su presencia y de su amor. Y es algo que no podemos improvisar, que no podemos procurarnos por nosotros mismos: es un don que Dios hace a los que son dóciles a su Espíritu.

Todo esto nos interpela personalmente. Cada uno de nosotros puede preguntarse: “Mi persona y mi vida ¿tienen sabor o no saben a nada, son insípidas? ¿Puedo decir que tienen el sabor del Evangelio? ¿El perfume de Cristo?”. El que nos encuentra percibe enseguida si somos hombres o mujeres de Dios o no… Si nos movemos por nosotros mismos, en base a nuestras ideas, nuestros propósitos, o bien por su Espíritu que habita en nuestro corazón… Y si está en nosotros la sabiduría que viene de Dios, podemos distinguir el bien del mal, y convertirnos en expertos de las cosas de Dios, comunicar a los demás su dulzura y su amor.

Papa Francisco

Nueva experiencia misionera en Colombia

EXPERIENCIA MISIONERA EN LA DIÓCESIS DE QUIBDÒ


Desde Manila...

Queridos herman@s: Hola a todos de nuevo. Tenemos muy buenas noticias!!!

Desde hace ya unos meses estamos tramitando la construcción de la Capilla del Santísimo Sacramento en Baseco, a través de nuestra Parroquia, y contando con la ayuda de todos los que generosamente estáis colaborando. Hemos tenido que enfrentar dificultades durante este proceso: permisos, dificultades con el Barangay (barrio), desacuerdos con las medidas exactas, etc..... Pronto empezaron las dificultades, pero.......como dice Mª Emilia, "Empiezan las dificultades, buena señal". Todo lo que sea para Gloria de Dios tiene que costar ¿verdad? Pero Él es siempre más fuerte, y confiamos en que se cumplirá su voluntad de "permanecer entre los más pobres", y de "poner su Casa en medio de ellos".

Después de un tiempo, el pasado lunes nos reunimos en Baseco con algunos líderes de la Parroquia y voluntarios de nuestra zona, para pedirle a los propietarios del terreno que nos permitiese continuar
con la obra, según las medidas establecidas. Fue una mañana muy bonita. Antes de ir a hablar con ellos, rezamos todos juntos para poner este proyecto en manos de Dios. Y después........confiados en
Él, fuimos a hablar con los propietarios. Estuvimos hablando con ellos un rato.

El Señor escuchó nuestra súplica, y finalmente los dueños accedieron. Nos acompañaron a ver el terreno, y......después de los aplausos como signo de agradecimiento, clavamos juntos en la tierra el "palo de
madera" que delimitaba la zona de construcción. Aquí os enviamos algunas fotos, para que disfrutéis de este momento con nosotras. La Capilla ya está en camino!!! Mientras, sigamos orando juntos, y confiemos en que el Señor siempre "va delante".

Muchas gracias a todos, de corazón, por el interés que estáis mostrando desde el principio por esta nueva Misión en Filipinas, gracias por vuestro apoyo espiritual y material para que esta obra se lleve a cabo. Seguimos contando con vuestra ayuda. Unidos siempre a los pies de Jesús y de María, les mandamos un fuerte abrazo y nuestra oración por cada uno.

"UN SOLO CORAZÓN, UNA SOLA ALMA"

Ángela Mª, Luz, Nirma y Mapi.






viernes, 23 de mayo de 2014

Encuentro CENTINELA ALERTA!!

El pasado fin de semana, del 16 al 18 de mayo, tuvimos nuestro segundo Encuentro Centinela alerta!! en Los Molinos (Madrid).
En esta ocasión tuvimos la oportunidad de mirarnos hacia dentro y seguir profundizando... de compartir mucho, de escucharnos, de soñar,... para poder estar más alerta a nuestro interior personal y congregacional.
¡Fue muy bueno compartir con cada una de las hermanas! 


"Permaneced en mi amor... 
para dar fruto abundante"