Los nuevos medios nos han ayudado a desarrollar nuestra capacidad de estar conectados con todo lo que seamos capaces de imaginar...
Lo más asombroso es poder emplear este nuevo desarrollo en estar conectados con Dios, enREDados con Él a cada momento.
La zona WiFi de intimidad con Dios es libre, no tiene precio, sólo hace falta querer, disponernos, buscarle...
Estemos despiertos para escuchar su llamada, estemos atentos para encontrarle presente en cada momento del día, estemos alerta para vivir en unión íntima con Él, y así seremos pan partido para este mundo hambriento, seremos nosotros mismos ese pan que se dona a los demás con cada gesto a quienes nos rodean... Que con nuestra vida podamos transparentar Evangelio.
En este tiempo pascual, le pedimos al Señor que envíe su Espíritu sobre cada uno de nosotros, para que con la plenitud de sus dones, podamos transparentar su Amor. Sólo con su gracia...
¡Ánimo! Dios está con nosotros, ¿a qué temer?
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