Ella es para mí un ángel…
Descubrí hace mucho a una mujer sencilla. Una mujer en una
constante búsqueda de la voluntad de Dios en su vida, en sus proyectos y en su
más íntimo deseo. Descubrí que tenía algo especial, un tesoro que nadie más que
ella me podía manifestar… ¿Y saben quién era? era al que hoy entrañablemente
puedo pronunciar: Jesús. Era a El que con mucho cariño y desde su propia
sencillez me había manifestado.
Yo la conocí a través del librito: Sencillamente amar. Y no
me arrepiento de haber escuchado su llamada a formar parte de su familia, más
al contrario, gracias a esta mujer sencilla, como me encanta llamarla, me
descubrí hija amada del Padre y llamada a ser alegría en la Iglesia así como
ella nos lo dice: ¡Alegre muy alegre…! Después de conocerla me decidí caminar con
ella, desde la vida religiosa. Ahora llevo 8 años en su querida fundación a la
cual considero mi amada familia…
¡Gracias María Emilia por tu vida sencilla!
Yolanda Limachi T.
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